Por Carlos Valdés Martín
Del poeta romano, Quinto
Horacio Flaco lo más reconocido es su breve Oda ubicada en Carminum I, 11,
también conocida como “Oda a Leucónoe”, actualmente más reconocida como “Carpe
diem” por la célebre frase final. Al poeta casi siempre se le conoce
simplemente como Horacio.
Biografía de Horacio
Quinto Horacio Flaco nació en Venusia, hoy Venosa, Basilicata, el 8 de
diciembre de 65 a. C. Murió en Roma, 27 de noviembre de 8 a. C. De origen
esclavo pero liberto por su padre, participó en la política y la milicia, de
las cuales se retiró para dedicarse al arte. Fue considerado el principal poeta
lírico y satírico en lengua latina. Los principales temas que trató en su
poesía son el elogio de una vida bucólica, en “Beatus ille” y la invitación de
gozar de la juventud, en “Carpe diem”. Su estilo fue imitado durante el
Renacimiento y algunos de sus temas se han repetido durante muchas
generaciones, siendo fuente de inspiración y paráfrasis de la poesía.
Opciones
específicas para la frase “Carpe diem”
Considerando únicamente la famosa frase tenemos varias traducciones
interesantes:
“logra el día presente”: Juan y Jaime Gaspar, 1834.
“Coge este día” por Urbano Campos, 1834.[1]
“hoy góza” por Alejandro Áraoz Fernández, 1953.
“goza éste (día) que se va” por Caro, 1918.
“goza del presente” por Vergara Barros.
“Aprovecha el día” por Germán Salinas, 1909, está en Wikipedia.
“Aprovecha el día” por Germán Salinas, 1909, está en Wikipedia.
“Pluck the day” por Niall Rudd.
“sieze the day”… la más popular desde la versión The death poets society.
Para esta versión propongo: "conquista el día".
Texto en latín:
Tu ne
quaesieris (scire nefas) quem mihi, quem tibi
finem di dederint, Leuconoe, nec Babylonios
temptaris numeros. Vt melius, quidquid erit, pati!
seu pluris hiemes, seu tribuit Iuppiter ultimam,
finem di dederint, Leuconoe, nec Babylonios
temptaris numeros. Vt melius, quidquid erit, pati!
seu pluris hiemes, seu tribuit Iuppiter ultimam,
quae nunc
oppositis debilitat pumicibus mare
Tyrrhenum: sapias, uina liques et spatio breui
spem longam reseces. Dum loquimur, fugerit inuida
aetas: carpe diem, quam minimum credula postero.
Tyrrhenum: sapias, uina liques et spatio breui
spem longam reseces. Dum loquimur, fugerit inuida
aetas: carpe diem, quam minimum credula postero.
“Carpe Diem” traducido
A continuación una versión del poema “Carpe diem”
con notas útiles para su comprensión y análisis literario. La presente
traducción significa el esfuerzo de una síntesis de muchas versiones precedentes.
¡Mejor soporta cualquier porvenir! /
Ya sea que Júpiter[6] brinde muchos inviernos o éste sea el último, /
Ya sea que Júpiter[6] brinde muchos inviernos o éste sea el último, /
que ahora desgasta los acantilados[7] contra las olas del mar /
extiéndelo con una esperanza[11] ajustada. /
Mientras hablamos, habrá huido celoso /
Mientras hablamos, habrá huido celoso /
Corrección
de estilo y notas por Carlos Valdés Martín
NOTAS:
[1] La traducción de
1834 posee dos versiones muy útiles para comparar y con anotaciones marginales
donde se razona las opciones del traductor.
[2] Por un lado, los
vaticinios eran una costumbre muy extendida entre los romanos, pero su
legitimidad dependía de una consulta con los sacerdotes oficiales, por lo que
consultar horóscopos importados de las creencias babilonias resultaba
cuestionable o hasta sacrílego. La consulta del futuro formaba parte de la
religión oficial de griegos y romanos, pero las tentativas individuales por
adivinar la suerte eran mal vistas.
[3] Este poema se dirige
y dedica a Leucónoe hija del dios Neptuno según la mitología romana, sin
embargo, el contexto poético la trata cual un individuo mortal, que en esta
versión omito el nombre para facilitar la lectura poética.
[4] Los “números
babilónicos” a que se refiere son, sin duda, los horóscopos que era un arte
importado del reino de Babilonia, que no formaba parte de las adivinaciones
romanas, que preferían mirar las aves, indagar en las entrañas de los animales
sacrificados o acudir a los Oráculos del tipo Delfos.
[5] El poema se refiere
a la procedencia babilónica, pero resulta más sencillo y claro referirse a la
ciudad.
[6] Dios principal para
los romanos que regía en el Olimpo y era padre de la mayoría de los otros
dioses protagónicos como Minerva y Ares.
[7] Una antigua traducción
de Urbano Campos sobre Horacio,
indica que “pumicibus” se refiere a las rocas que son como esponjosas,
indicando la proximidad de consistencia entre la espuma de las olas con esa
piedra costera.
[8] El mar Tirreno es el
más cercano a Roma, llamado así en honor al antiguo dirigente etrusco, en ese
sentido, ese mar se identifica con el pueblo etrusco mismo.
[9] El verbo preferido por
los traductores ha sido “filtrar” pero ese refiere a la destilación o a un
traspaso medroso, que por lo textual me parece mejor “goteo”, pero lo
contextual indica la adecuación del gesto con la brevedad del espacio y el
tiempo, así que la invitación al vino ocurre en tiempo presente, para compartir
con moderación, siendo evocaciones que el “aligerar” ofrece en este contexto.
[10] La fórmula “breve
espacio” sirve aún más cuando recuerda una famosa canción romántica de Pablo
Milanés que indica la proximidad de los amantes; además su continuación sobre
si hay que “extender” o “recortar” o “ajustar” la Esperanza no marca unanimidad
entre los traductores.
[11] Para los romanos, la
Esperanza también era una deidad, en la cual depositar las expectativas, por lo
que este pasaje parece jugar entre la personificación y el resultado de
prolongar la expectativa dentro de un “espacio breve” que es la vida. Cabe
destacar que esta Esperanza se perfila en el presente a modo de vitalidad, más
próxima a la “razón vital” que proclamó Ortega y Gasset en El tema de nuestro tiempo.
[12] La muy popular
traducción en inglés como “sieze”
posee desde los significados más ligeros como aprovecha, hasta varios más imperativos como confisca, ocupa, embarga, toma y conquista. Aunque conquista
también posee el sentido militar evidente, que aquí no es el importante, pero
sí debemos anotar la fuerza de los términos a recuperar. Me gusta más en
sentido filosófico y económico el “apropiar”, pero no posee un tono poético,
con un “aprópiate del día”. Otra línea de traducciones se dirige hacia “disfruta”
o “goza” que es válida, pero pone demasiado énfasis en la interpretación
hedonista del tema, que es una parte y no el todo.
[13] El poema no
desaparece al mañana, sino que lo redimensiona, para que la Esperanza predomine
en el presente, en ese apropiarse del hoy.