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martes, 4 de julio de 2017

“CARPE DIEM” TRADUCCIÓN Y ANÁLISIS LITERARIO





Por Carlos Valdés Martín

Del poeta romano, Quinto Horacio Flaco lo más reconocido es su breve Oda ubicada en Carminum I, 11, también conocida como “Oda a Leucónoe”, actualmente más reconocida como “Carpe diem” por la célebre frase final. Al poeta casi siempre se le conoce simplemente como Horacio. 

Biografía de Horacio
Quinto Horacio Flaco nació en Venusia, hoy Venosa, Basilicata, el 8 de diciembre de 65 a. C. Murió en Roma, 27 de noviembre de 8 a. C. De origen esclavo pero liberto por su padre, participó en la política y la milicia, de las cuales se retiró para dedicarse al arte. Fue considerado el principal poeta lírico y satírico en lengua latina. Los principales temas que trató en su poesía son el elogio de una vida bucólica, en “Beatus ille” y la invitación de gozar de la juventud, en “Carpe diem”. Su estilo fue imitado durante el Renacimiento y algunos de sus temas se han repetido durante muchas generaciones, siendo fuente de inspiración y paráfrasis de la poesía. 

Opciones específicas para la frase “Carpe diem”
Considerando únicamente la famosa frase tenemos varias traducciones interesantes:
“logra el día presente”: Juan y Jaime Gaspar, 1834.
“Coge este día” por Urbano Campos, 1834.[1]
“hoy góza” por Alejandro Áraoz Fernández, 1953.
“goza éste (día) que se va” por Caro, 1918.
“goza del presente” por Vergara Barros. 
“Aprovecha el día” por Germán Salinas, 1909, está en Wikipedia.
Pluck the day” por Niall Rudd.
“sieze the day”… la más popular desde la versión The death poets society.  
Para esta versión propongo: "conquista el día".

Texto en latín:
Tu ne quaesieris (scire nefas) quem mihi, quem tibi
finem di dederint, Leuconoe, nec Babylonios
temptaris numeros. Vt melius, quidquid erit, pati!
seu pluris hiemes, seu tribuit Iuppiter ultimam,
quae nunc oppositis debilitat pumicibus mare
Tyrrhenum: sapias, uina liques et spatio breui
spem longam reseces. Dum loquimur, fugerit inuida
aetas: carpe diem, quam minimum credula postero
.

“Carpe Diem” traducido
A continuación una versión del poema “Carpe diem” con notas útiles para su comprensión y análisis literario. La presente traducción significa el esfuerzo de una síntesis de muchas versiones precedentes. 

No pretendas indagar (es sacrilegio)[2] cuál final a ti[3] y a mí, /
nos dan los dioses, ni consultes los horóscopos[4] de Babilonia.[5] /
¡Mejor soporta cualquier porvenir! /
Ya sea que Júpiter[6] brinde muchos inviernos o éste sea el último, /
que ahora desgasta los acantilados[7] contra las olas del mar /
Tirreno.[8] Ten sabiduría, aligera[9] el vino y al breve espacio[10] /
extiéndelo con una esperanza[11] ajustada. /
Mientras hablamos, habrá huido celoso / 
el tiempo: conquista[12] el día, confía lo mínimo[13] en el mañana.

Corrección de estilo y notas por Carlos Valdés Martín

NOTAS:

[1] La traducción de 1834 posee dos versiones muy útiles para comparar y con anotaciones marginales donde se razona las opciones del traductor.
[2] Por un lado, los vaticinios eran una costumbre muy extendida entre los romanos, pero su legitimidad dependía de una consulta con los sacerdotes oficiales, por lo que consultar horóscopos importados de las creencias babilonias resultaba cuestionable o hasta sacrílego. La consulta del futuro formaba parte de la religión oficial de griegos y romanos, pero las tentativas individuales por adivinar la suerte eran mal vistas.
[3] Este poema se dirige y dedica a Leucónoe hija del dios Neptuno según la mitología romana, sin embargo, el contexto poético la trata cual un individuo mortal, que en esta versión omito el nombre para facilitar la lectura poética.
[4] Los “números babilónicos” a que se refiere son, sin duda, los horóscopos que era un arte importado del reino de Babilonia, que no formaba parte de las adivinaciones romanas, que preferían mirar las aves,  indagar en las entrañas de los animales sacrificados o acudir a los Oráculos del tipo Delfos.
[5] El poema se refiere a la procedencia babilónica, pero resulta más sencillo y claro referirse a la ciudad.
[6] Dios principal para los romanos que regía en el Olimpo y era padre de la mayoría de los otros dioses protagónicos como Minerva y Ares.
[7] Una antigua traducción de Urbano Campos sobre Horacio, indica que “pumicibus” se refiere a las rocas que son como esponjosas, indicando la proximidad de consistencia entre la espuma de las olas con esa piedra costera.
[8] El mar Tirreno es el más cercano a Roma, llamado así en honor al antiguo dirigente etrusco, en ese sentido, ese mar se identifica con el pueblo etrusco mismo.
[9] El verbo preferido por los traductores ha sido “filtrar” pero ese refiere a la destilación o a un traspaso medroso, que por lo textual me parece mejor “goteo”, pero lo contextual indica la adecuación del gesto con la brevedad del espacio y el tiempo, así que la invitación al vino ocurre en tiempo presente, para compartir con moderación, siendo evocaciones que el “aligerar” ofrece en este contexto.
[10] La fórmula “breve espacio” sirve aún más cuando recuerda una famosa canción romántica de Pablo Milanés que indica la proximidad de los amantes; además su continuación sobre si hay que “extender” o “recortar” o “ajustar” la Esperanza no marca unanimidad entre los traductores.
[11] Para los romanos, la Esperanza también era una deidad, en la cual depositar las expectativas, por lo que este pasaje parece jugar entre la personificación y el resultado de prolongar la expectativa dentro de un “espacio breve” que es la vida. Cabe destacar que esta Esperanza se perfila en el presente a modo de vitalidad, más próxima a la “razón vital” que proclamó Ortega y Gasset en El tema de nuestro tiempo.
[12] La muy popular traducción en inglés como “sieze” posee desde los significados más ligeros como aprovecha, hasta varios más imperativos como confisca, ocupa, embarga, toma y conquista. Aunque conquista también posee el sentido militar evidente, que aquí no es el importante, pero sí debemos anotar la fuerza de los términos a recuperar. Me gusta más en sentido filosófico y económico el “apropiar”, pero no posee un tono poético, con un “aprópiate del día”. Otra línea de traducciones se dirige hacia “disfruta” o “goza” que es válida, pero pone demasiado énfasis en la interpretación hedonista del tema, que es una parte y no el todo.
[13] El poema no desaparece al mañana, sino que lo redimensiona, para que la Esperanza predomine en el presente, en ese apropiarse del hoy.

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